miércoles, 27 de julio de 2011

Mientras giraba iluminada por la luna amarilla le cantaban las luciérnagas. Resplandecía. Irradiaba la energía del cosmos entero y filosofeaban enteras sus mitocondrias. Paz, plenitud. Pero ¿a dónde irá después? Cuando se acaben las palabras para callar...Será eterna y será hermosa. Preciosa hasta la muela de juicio. No importa cómo se sucedan los sucesos, irradiará toda la ternura que le falta al sol.Y yo estaré ahí, siempre capaz de mirarla.

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